Hoy os traemos el análisis de Control Ultimate Edition. ¿Estará a la altura del hype en su versión para Stadia? Vamos a averiguarlo ya mismo.
Antecedentes e historia
Remedy, la compañía que antaño nos trajo juegos capaces de cambiar un género como fue en su día Max Payne, una desarrolladora a la que le gusta la innovación a veces en lo narrativo (las que más) y otras en lo jugable.
Después de perder la licencia del antes nombrado Max Payne a manos de Rockstar, la compañía con Sam Lake a la cabeza se embarcó en una nueva etapa bajo el abrazo de Microsoft, donde tuvimos un gran juego como fue Alan Wake, con un argumento delirante al más puro estilo Stephen King y con una jugabilidad que sentaría las bases de los juegos que vendrían más adelante.
El siguiente juego del bueno de Lake y su gente, llegó con mucha polémica al tratarse de un título transmedia que incorporaba una mini serie de TV dentro del propio juego. Quantum Break nos traía otra vez una historia muy compleja pero contada con todo lujo de detalles por actores de renombre, tanto en su versión poligonal como en live-action, algo que dentro de la calidad del juego se notaba y mucho, claro todo ello con el dinerito de la compañía de Bill Gates.
Pero llegamos al punto justo antes de empezar el desarrollo del juego que hoy nos ocupa, punto en el cual Remedy recuperó su libertad creativa y su menor libertad monetaria. Pero ya por otra parte, sus juegos podrían llegar a más plataformas, y así se desligaron de su atadura con los de Redmond.
Esta última parte la menciono para tener especialmente claro que Control se ha desarrollado con menos presupuesto de lo que a mi parecer se merecía, pero aun así, y como ahora veremos, la cosa no ha salido nada mal.
En Control encarnamos a Jesse Faden al llegar por primera vez a la agencia gubernamental de Control, una agencia que se encarga de los objetos y asuntos paranormales y que acaba, por casualidad, de sufrir un ataque no sabemos de que índole, dando así pie, a uno de los argumentos más raros y complejos de cuantos hemos jugado en un videojuego, el cual no vamos a espoilear más, ya que además de extraño, me ha parecido de lo más interesante.
Tecnología
Desde Quantum Break, la gente de Remedy utiliza Northlight, un motor gráfico propio que les ha dado resultados algo dispares, ya que es capaz de mostrar muchas cosas a la vez en pantalla con multitud de efectos de partículas y otras triquiñuelas, normalmente dándole a sus juegos una particular atmósfera, pero que no está exento de fallos siendo algo exigente con algunos sistemas, (en PC o las consolas next gen cuenta hasta con un ray tracing bastante contundente).
La versión de Stadia que es la que nos interesa y estamos analizando hoy, viene con dos modos gráficos a elegir. Los ya tan de moda (y más que deberían estar) modo gráfico a 30fps y modo rendimiento a unos supuestos 60 fps.
Le he dado bastante a los dos modos y muy a mi pesar, he de decir sin temor a equivocarme, que la mejor manera de disfrutar de Control en Stadia es con el modo de 30 fps. No es que el modo rendimiento tenga malos gráficos quedándose en los típicos 1080p, (es el único modo disponible si no eres usuario pro). Su problema radica en la inconsistencia del framerate acusando un stuttering tremendo tanto en pc como en el Chromecast Ultra. Por otra parte, jugando en la app para Android (también es el único modo disponible incluso siendo usuario pro), se siente más fluido y se disfruta a la perfección.
Ya dejando claro que en modo rendimiento Control no va nada fino, veamos que tal le va a Northlight corriendo en las tripas de Stadia.
La primera impresión que nos da, es la ya típica de no llegar a 4k (si es que nuestro tv los alcanza), quedándose probablemente en unos 1440p. Eso si, los efectos de partículas y luces propios de este motor grafico, están presentes en todo su esplendor. Ya como de costumbre, tenemos 0 input lag, algo muy de agradecer dados los constantes tiroteos en los que nos veremos envueltos.
Algo que ya nos dejo boquiabiertos cuando el juego salió allá en 2016, fueron los detallados modelados de la protagonista, cosa que se mantiene intacta. Esto no sucede de igual manera en los NPCs que nos encontraremos, pues algunos de ellos, parecen sacados de otra época donde las consolas movían bastantes menos polígonos que hoy en día, desmereciendo un poco el acabado final. Son estos detalles, donde se nota el presupuesto algo ajustado de Control.
Y ya que hablamos de presupuesto, el apartado por el cual Control se convirtió en meme, sigue intacto también en este port de Stadia. Hablamos como no podía ser de otra forma, de su desastroso doblaje al español de España. Probablemente uno de los peores doblajes que hayan recorrido nuestros pabellones auditivos. Probadlo solo para echaros unas risas, pues ya en los primeros cinco minutos del juego tendréis bastante, a no ser que prefiráis enfocar Control como una comedia, cosa que no es.
Por otra parte, el doblaje original en inglés se defiende algo mejor sin llegar a ser excelente. Puesto que disponemos de un amplio selector de subtítulos, os recomendamos jugarlo en el idioma de Shakespeare, pues ganaremos algo de inmersión en el juego. Por otra parte, los efectos de sonido son de una gran calidad y superan con creces al doblaje del título, algo no muy difícil como ya hemos dicho.
Jugabilidad
Como ya hemos hablado de los juegos anteriores de Remedy, dejaremos claro que la jugabilidad de Control no deja de ser un copia y pega de Quantum Break eso si, adaptado al propio juego. Tendremos una vista en tercera persona, con un poco más de distancia al hombro de nuestra protagonista de lo que nos tienen acostumbrados los shooters con coberturas, género al que podría pertenecer Control por lo menos en sus momentos de acción.
Los momentos de acción están bastante bien resueltos y me han parecido muy disfrutables, más cuantos más poderes adquirimos, pudiendo incluso volar, algo que nos deja infinidad de posibilidades cuando empezamos los combates. A esto hay que añadirle la variedad de armas, que son siempre la misma pero mutando a diferentes versiones, a la cual además, podremos sumarle una gran variedad de modificadores que nos dejarán personalizar todavía más nuestro estilo de juego, dejándonos unos tiroteos muy dinámicos y que en muchas ocasiones nos dejarán alucinados de todo lo que pasa en pantalla.
La variedad de enemigos no es que sea enorme, pero será suficiente para que nos lo pasemos en grande derrotando oleadas de los mismos. Los jefes o boses, podríamos decir que no están todo lo inspirados que podrían haber estado, aunque también los he disfrutado bastante.
Centrándonos en la estructura del propio juego, podríamos decir que estamos ante un pseudometroidvania. La casa inmemorial, escenario donde transcurre todo el juego y sede de la agencia de Control, está plagada de puertas con cierto nivel de seguridad que solo podremos abrir con sendas tarjetas de acceso, algo que iremos desbloqueando mientras vamos cumpliendo nuestra misión principal, la cual estará indicada en el lioso mapa que nos ha puesto la gente de Remedy. Un mapa en 2D que nos hará perdernos muchas veces, ya que nos encontramos con un escenario super vertical con muchos cambios de nivel.
Y decía lo de pseudometroidvania porqué, normalmente, con los poderes nuevos no accederemos mediante backtracking a nuevas áreas, ya que de esto se encargan las tarjetas anteriormente mencionadas. Me gustaría mencionar que la gran mayoría del lore o historia que nos quiere contar Control, está repartido en miles de documentos que deberemos recolectar y leer o visionar si es que queremos enterarnos de algo. Como ya he dicho, el argumento cuenta con un guión digno del propio Nolan, así que es muy fácil llegar al final sin enterarnos de nada.
Diversión
Personalmente he disfrutado mucho jugando a Control, cosa que por mis recientes conversaciones con compañeros veo que está algo polarizada. Por una parte es fácil divertirse con los tiroteos y los poderes de la señorita Faden, aunque por otra, es fácil perderse y no encontrarle sentido alguno al argumento, a parte de lo tedioso de la lectura de los muchísimos documentos que vamos encontrando.
Si somos rápidos, podremos terminar el juego en unas 12 horas. Si ya le queremos sacar algo más de jugo, cosa que recomiendo, nos acercaremos a las 20 y si tenemos en cuenta que estamos ante la edición completa con los DLCs también recomendables para rematar la faena, pues será fácil pasar de esas 20 horas.
Si sois fans de los juegos de Sam Lake y su retorcida narrativa o si disfrutasteis de los gameplays de Alan Wake o de Quantum Break, no dudéis de Control, os gustará sin casi reparos. Por otra parte si no lo veis muy claro y teniendo en cuenta su precio actual de 39,99€, podéis esperar a alguna rebaja que sin duda llegará más pronto que tarde para darle una oportunidad a este Control Ultimate Edition.