Celeste, un indie que no dejó indiferente a nadie cuando llegó al mercado. Ahora le toca a la versión de Stadia y te lo contamos todo en este análisis, nos acompañas?
Antecedentes e historia
Tenemos por delante un trabajo de Matt Thorson y su escueto equipo, pero no por ser pocos está exento de calidad, totalmente al contrario. Celeste es un trabajo pulido y muy metódico, en el que su creador ha plasmado una enfermedad que muchos habrán sufrido a lo largo de sus vidas y no es otra que la depresión, con este desafiante plataformas con mecánicas de la vieja escuela y algunas de última hornada, nos hace sentir la superación y la fuerza necesaria para encarar cada día que les requiere a las personas que la padecen.
Encarnaremos a Madeleine, una joven que ha decidido escalar el peligroso monte Celeste que da nombre al juego, como parte de una etapa de superación personal y poco a poco iremos descubriendo el oscuro trasfondo que la acompaña en este arduo viaje.
Tecnología
Pixel art puro y duro, con estas cinco palabras definiríamos el arte que podemos degustar en Celeste, para mi persona este es uno de los juegos de este estilo en los que más he disfrutado al contemplar sus parajes y al recorrer sus variopintos escenarios. Una autentica gozada que por supuesto se mueve a 60 fps sólidos, no es un juego exigente para el hardware faltaba más.
Los desarrolladores han escogido una paleta de colores entre pastel y tonos vivos que representa las montañas y demás lugares a la perfección, eso sí, dada la velocidad de la acción es posible que nos depare un esfuerzo extra el detenernos a contemplar la belleza de sus escenarios.
El apartado sonoro es otro de sus puntos fuertes, con unas melodías electrónicas que le van a los escenarios como anillo al dedo y que en los momentos de más ajetreo se elevan a la máxima expresión para ponernos el corazón a 200 por hora. Son las típicas melodías sencillas pero tan bien hechas que se nos quedarán pegadas a las neuronas y no podremos parar de tararearlas.
Por contra, las voces de los personajes son sonidos cacofónicos que no aportan nada en especial pero tampoco lo pretenden, tampoco empeoran para nada el tono y la propuesta de Celeste.
Jugabilidad
Y aquí es donde se pone la cosa seria y aprende de juegos míticos del genero como Super Meat Boy, pero creando su propia propuesta en la que la premisa será muy simple, ir superando las diferentes pantallas que componen cada fase. Contaremos con vidas infinitas pero no penséis que por eso será un camino de rosas, las mecánicas son muy simples; saltar, un dash en la dirección que queramos y un agarre con las superficies que lo permitan. A partir de estos movimientos básicos, las combinaciones que nos deparan los escenarios nos llevarán a la locura en determinados momentos, algunos en los que los intentos necesarios para seguir avanzando rozarán lo obsceno. Pero el control, que control amigos, perfecto sería la palabra que lo definiría, si fallas en un intento será solo y exclusivamente por tu habilidad o manera de encarar la pantalla en cuestión, eso tenlo seguro.
Puede llegar a frustrar, pero en mi caso Celeste me ha enseñado que empecinarse hasta llegar a la ofuscación es una mecánica que es mejor evitar, llegados a este momento es mejor dejar refrescar nuestros dedos y nuestra mente, muchas veces me ha pasado jugándolo que al retomarlo unas horas más tarde o al día siguiente me ha salido a la primera y voila! el regustito que te deja cuando superas esos atascos es digno de estudio.
Diversión
La historia que pretende contarnos Celeste es como poco dura, pero cuadra a la perfección con la propuesta jugable y esta mezcla lo convierte por derecho propio en el mejor plataformas 2d de Stadia. Si eres fan del genero no dudes en hacerte con el cuanto antes, no te decepcionará ni un poco eso sí, el reto que supone puede poner contra las cuerdas a más de uno que se las diera de maestro del genero.
Si lo que nos propone te atrae, la historia principal puede durarte unas 6 u 8 horas, ahora bien si nos ponemos completistas y queremos recoger todos los secretos que esconde, la tarea puede volverse titánica ofreciéndonos innumerables horas de un maravilloso masoquismo, con un control afinado por los dioses del olimpo de las plataformas en 2d.